Ubicada en uno de los puertos naturales más profundos del mar Mediterráneo,  situada muy cerca de Niza en el camino hacia Mónaco, Villefranche-sur-mer es una joya en miniatura que ha conseguido por casualidad escapar de la modernización y de la explotación turística sin escrúpulos. Pequeño y pintoresco no significa aburrido y puede que la corta parada que asigne a esta visita se convierta en una agradable estancia en cuanto conozca Villefranche mejor.

Villefranche-sur-merUno de los lugares más imponentes del lugar y el modo perfecto de empezar a explorar el pueblo es la Iglesia de Saint-Michel, conocida tanto por su estilo barroco italiano como por las obras de arte que alberga.

Otro templo que no deben perderse es la Capilla de San Pedro, que data del siglo dieciseis.  Se ha convertido en una atracción turística desde que Jean Cocteau la decoró con sus famosos murales sobre la vida de los pescadores del lugar durante la restauración del edificio.

Un edificio que merece una visita es Villa Leopolda, que se construyó en las colinas en 1902 por el Rey Leopoldo II de Bélgica, como regalo para su amante, Caroline Lacroix. Después de cambiar de propietario un par de veces, fue declarado monumento histórico por el gobierno francés y ahora está abierto al público.

Mezclando el pasado y el presente, la Ciudadela medieval combina el ayuntamiento con un centro de convenciones, tres museos y un teatro donde podrá disfrutar de actuaciones.

Los mercadillos al aire libre le permitirán mezclarse con los foráneos, los increíbles jardines le ofrecen la posibilidad de disfrutar de la belleza de la naturaleza y los numerosos restaurantes le invitan a probar las especialidades de la zona.

Si tiene la suerte de encontrarse en el pueblo a finales de febrero no debe perderse el “Combat naval fleuri”, un evento único donde una flota de barcos decorados con flores hacen una especie de desfile acuático por el puerto mientras lanzan flores al público. La festividad incluye danzas regionales, conciertos, tenderetes de artesanía y exposiciones especiales en los museos, además de actividades para toda la familia.

Así que no lo dude y deje atrás este invierno interminable para disfrutar de los placeres de uno los lugares más tranquilos y hermosos que pueda imaginar. ¿Ya conoce esta zona de Francia? Comparta sus comentarios con nosotros a continuación.