No es casualidad que París sea conocida como la ciudad del amor. Con sus calles empedradas, sus acogedoras terrazas donde tomar un café y su atmósfera bohemia, son muchas las razones por las que los enamorados visitan París. Si viaja con un presupuesto ajustado o con tiempo limitado, las opciones pueden resultar abrumadoras pero no tema, nuestra lista de actividades más románticas en París le ayudará a orientarse y a aprovechar al máximo de su escapada a la ciudad de la luz con su pareja.

1. Bateaux Mouches

Imagen de un bateau mouche (barco turístico) en el río Sena con la Torre Eiffel de fondo.
La panorámica más famosa de París puede contemplarse desde un bateau mouche por el río Sena.

Como centro simbólico y literal de París, el río Sena ha sido siempre el motor de la vida de esta ciudad. Y lo que es más, la mayoría de atracciones se observan mejor desde este río. Una de las mejores formas de hacerse con la ciudad es embarcarse en uno de los bateau-mouche, o barco de excursión al abierto, que le llevará por una tranquila travesía a lo largo del Sena. Aunque algunas de estas embarcaciones simplemente realizan un recorrido por las atracciones más importantes, otros bateau-mouche ofrecen al visitante una experiencia gastronómica y de ocio, una buena opción para pasar una noche inolvidable.

2. Picnic en la explanada de los Inválidos

A pesar de que los Campos de Marte, situados a los pies de la Torre Eiffel, son siempre los jardines preferidos de los viajeros que visitan París, la cercana explanada de los Inválidos ofrece unas impresionantes vistas con la mitad de gente. Compre un bocadillo de pan de baguette en una boulangerie local o deténgase en uno de los múltiples mercados tradicionales de los que disfruta París y adquiera los productos frescos que allí se ofrecen. Diríjase después al parque situado al margen del río y disfrute de su comida a la sombra de la brillante cúpula de los Inválidos. Campos de Marte – Inválidos, es uno de los barrios más bonitos de París donde pasar su estancia.

3. Canal Saint-Martin

Imagen de jóvenes relajándose a orillas del canal Saint Martin.
Pase una tarde en el Canal Saint Martin y explore sus cafeterías y tiendas.

Uno de los lugares favoritos de París que nunca pasa de moda, rebosante de parejas y jóvenes parisinos, es el Canal Saint-Martin, situado en el distrito 10, que es el lugar perfecto para un paseo vespertino o una comida agradable en una de sus terrazas. Algunos de los restaurantes más de moda de la ciudad se encuentran a orillas de este canal. Le recomendamos Chez Prune por su reinvención de platos tradicionales de la gastronomía francesa o Le Comptoir General para una ecléctica aventura de bar. Queda mucho más por descubrir en el bullicioso barrio de la República, una buena zona donde pasar su estancia.

4. Le Marais

Imagen de un músico tocando para los turistas en una calle adoquinada de Le Marais (París).
El París antiguo se funde con el moderno en las calles adoquinadas de Le Marais.

Le Marais, probablemente el barrio más conocido de París, ha experimentado muchos cambios por sus calles empedradas a lo largo de cientos de años. La «marisma» fue primero el hogar de la nobleza francesa, posteriormente de la clase humilde durante la Edad Media, ciudad judía durante el siglo XIX y, por último, un vibrante distrito gay antes de su renacimiento a finales del siglo XX como centro artístico de lujo. Podrá vivir toda su historia sólo con un corto paseo por rue des Rosiers, en donde el restaurante L’As du Falafel es el bastión de la comunidad judía actual. Continúe hacia la plaza de Vosgos, donde las arcades (arcadas) de la plaza real dan cobijo a galerías y cafeterías que miran hacia clásicos jardines franceses.

5. Centro Pompidou

Imagen de la plaza de Beaubourg en frente del centro Pompidou en París.
La plaza Beaubourg donde se encuentra el museo Pompidou se llena de visitantes durante todo el año.

Este icono arquitectónico que parece asomarse al improviso es un complejo artístico (conocido como Beaubourg por los parisinos por la zona en la que se encuentra) que alberga un cine, una biblioteca pública y en especial, el Museo nacional de arte moderno de Francia. Después de visitar las exposiciones únicas, diríjase a la terraza para admirar una de las mejores vistas de la panorámica de la ciudad. El museo cuenta con un pequeño bar-cafetería que le permitirá saborear el momento con una bebida en la mano mientras echa un vistazo a la rive gauche (margen izquierdo del río).

6. Notre Dame y el puente del Arzobispado

Ninguna escapada romántica a la ciudad del amor puede finalizar sin haber visitado uno de los 10 mejores lugares que no debe perderse en París: la catedral de Notre Dame. Aunque su expresiva arquitectura gótica y sus imponentes rosetones de la fachada son su característica más famosa, diríjase a su parte posterior para admirar los arbotantes que con tanta delicadeza soportan la estructura. El pequeño parque situado detrás del ábside es un oasis de tranquilidad alejado de las muchedumbres de turistas y el puente situado a poca distancia ofrece tanto vistas del margen derecho e izquierdo del río, como de la isla de Saint-Louis.

7. Montmartre

El barrio más al norte de París tiene mucho que ofrecer a los enamorados, desde la cúpula blanca de la basílica del Sagrado Corazón (ya de por sí romántica con este nombre) hasta las calles estrechas que atraviesan la zona. Como actividades favoritas recomendamos el viaje en funicular, un trayecto colina arriba que le permitirá ahorrarse la subida a pie al Sagrado Corazón (de trasbordo gratuito desde el metro) y Clos Montmartre, el último viñedo que se conserva en la ciudad.

8. Museo Rodin

Imagen de El pensador, la estatua del escultor Rodin situada en una plaza pública.
El pensador, el original de la escultura más famosa de Rodin, se encuentra en el museo Rodin.

A la vuelta de la esquina desde la cúpula dorada de los Inválidos, el museo Rodin parece más un castillo del valle del Loira que el distrito 7 de París. Esta mansión y sus alrededores albergan las obras del famoso escultor del siglo XIX y merece una visita. No se pierda El beso, una de las esculturas más famosas del artista que está inspirada en la pasional historia de amor del escultor con la también escultora Camille Claudel, quien tiene una galería dedicada a su obra.

9. La Petite Ceinture y el parque André Citroen

Disfrute del buen tiempo y diríjase al sur de la ciudad para visitar uno de lo parques más singulares de París. Puede empezar su paseo en la puerta de Versalles situada en la rive gauche y encaminarse hacia la Petite Ceinture (el pequeño cinturón), la línea antigua de ferrocarril ahora convertida en un parque en la periferia de la ciudad. Si continúa hacia el oeste, se encontrará con el parque André Citroen. Situado junto al río, este parque es una maravilla modernista que lleva el nombre del magnate automovilístico y que está inspirado en sus innovadores diseños.

10. Torre Eiffel

Imagen de la Torre Eiffel desde el río Sena, en el parque Trocadero
La Torre Eiffel debe visitarse en persona para apreciar realmente su tamaño.

Esta lista sobre París no estaría completa sin la Torre Eiffel, el monumento más famoso de la ciudad y símbolo de Francia en todo el mundo. Desde que abrió sus puertas en 1889 en conmemoración del centenario de la revolución francesa, la Tour Eiffel ha conseguido actualizarse a los gustos más modernos. Las últimas características de las que podrá disfrutar son las vistas desde su suelo de cristal en la primera planta de la torre y la champañería situada en la última planta. Toda la zona vale la pena sólo por las impresionantes vistas del atardecer que ofrece este emblemático monumento. Ahorre tiempo y reserve con antelación las entradas por Internet.

Considere para su regreso a la ciudad uno de los apartamentos amueblados para una estancia más larga, perfecto para estudiantes, profesionales o quienes pretendan vivir al máximo la ciudad de la luz. Incluso para una estancia corta, lo tenemos todo previsto con nuestros alquileres de vacaciones en los 20 distritos de la ciudad y mucho más. Aquí podrá encontrar lo que está buscando y convertir ese viaje romántico que tiene en mente en una realidad.