Comentario de: Tara K.,
31 ago 2016
De: Estados Unidos,
Piso compartido de: 5 meses
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En mis 3 años viajando por el extranjero en diferentes países, jamás me había encontrado un apartamento tan incómodo. Durante el breve tiempo que estuve allí, cada semana aparecía una nueva regla que no estaba mencionado en el contrato de alquiler. Parecía que estos nuevos propietarios querían niños, y no adultos, para imponer sus reglas. Al ser caseros por primera vez, no tenían ni idea de cómo comunicarse y tratar con inquilinos de manera respetuosa y estudiantes tanto estadounidenses como internacionales. Incluso en las visitas familiares que iban a pasar la noche, hubo que pagar una cuota para usar la ducha / horno, etc., y no se permitieron las visitas sin un formulario de consentimiento escrito y firmado por los propietarios. Los propietarios podían entrar en el apartamento en cualquier momento inesperado, literalmente cada día más de 7-8 veces e ir haciendo tareas que eran completamente innecesarias, eran muy curiosos y críticos con cosas como dejar un solo plato en el fregadero, actuaban con total indiferencia sin respetar la privacidad. Se instalaron también unas cámaras y no fuimos informados, y más tarde nos dijeron cosas como «Vi por la cámara que todos llegasteis a casa y estuvisteis haciendo ruido a las 5 de la mañana». También pareció haber indicios de racismo hacia ciertos estudiantes de ciertos países, y hubo acusaciones de robo. Nosotros, los compañeros de apartamento, nos llevábamos todos perfectamente y necesitábamos una pequeña zona con asientos para pasar el rato, para no sentarnos en las habitaciones de los demás, y dado que no hay sala de estar y solo un pequeño pasillo, le preguntamos si nos podían dar algunas sillas para ponerlas en el largo pasillo pero incluso a eso se negaron. Nos dijeron que el apartamento es de ellos, que no podíamos cambiar nada, que solo estamos alquilando cada uno una habitación individual, por lo tanto, tienen derecho a entrar y hacer lo que les plazca en cualquier momento. Colocaron unos armarios en el pasillo donde podríamos haber tenido sillas y una televisión, y se quedaron vacíos ya que ninguno de nuestros compañeros de habitación necesitaba eso allí. La señora de la limpieza podría no entrar una vez a la semana, ya que no se limpiaría nada y además apenas se pasó tiempo en el piso ya que se estaba mucho más en el piso de arriba. En general, les deseo lo mejor, pero me alegro de haber salido y me siento mucho más feliz y aliviada donde estoy ahora, donde hay respeto y modales. Buena suerte a cualquiera que intente vivir aquí
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